
Somo o no somo
Hace algunos días revise mi lista de contactos de Facebook, nunca he sido de muchos amigos pero aun así me sorprendió darme cuenta que después de vivir casi 8 años en Nueva Zelanda, no hice ningún amigo cercano kiwi, solo algunos buenos contactos con otros immigrantes, gente de la iglesia y para de contar.
Con amistad cercana me refiero a esa conexión que no se basa en necesidad o conveniencia, sino simple y natural afinidad, mutuo aprecio y apoyo espontáneo, entre otras cosas. La mayoría de los contactos que hice en el país duraron un par de semanas o meses.
La realidad es que más allá de participar de los mismos círculos sociales, de llegar como inmigrante y pasar por todo el proceso de adaptación incluso adoptando nacionalidad… nunca pase a ser parte del grupo. No es que nunca trate de integrarme, es tal vez el vacío o distancia que se hace notar cuando uno es quizá demasiado ambicioso o diferente a la realidad local.
Imagino que debe ser un poco por razones históricas o culturales: en Nueva Zelanda no hay aniversario de independencia o día nacional, lo mas cercano es Waitangi Day, o conmemoración de la firma del tratado entre tribus nativas y colonizadores – pero no es un día de celebración nacional, siempre hay polémicas o protestas y malas caras. Entonces no hay un sentido de orgullo nacional o identidad como en muchos otros países, lo que quizá hace difícil integrarse a algo que en realidad todavía se esta construyendo.
Mas allá de eso, tanto en Nueva Zelanda como en Chile nunca fui parte del grupo, recuerdo varias veces en el colegio en Chile tenia que soportar envidias y malas intenciones del grupo, en definitiva siempre terminaba solo o mal acompañado de otros que tampoco calzaban.
En Chile hay una expresión popular que dice “somo o no somo”, como cuando se quiere confirmar una amistad: “somo amigo o no somo amigo”.
En Nueva Zelanda no fue, no hay un somos, en Chile… tampoco, nunca fue.
Ahora en Australia tengo un dilema existencial entonces: me gusta Nueva Zelanda por la naturaleza y calidad de alimentos, aire limpio, etc. – de Chile también me gusta el sur, pero el problema es que en ambas partes siento que no calzo para nada, y eso me queda claro después de revisar mi lista de contactos.
Ahora acá, dentro de todas las cosas, me siento en casa. Tal vez es por los parques similares a los que visitábamos de niñez, el clima o vegetacion, tal vez el acceso a trenes y la cercanía a una ciudad grande, similar a Santiago de Chile, o la multitud de locales que me recuerdan a la primera vez estuve en Europa/Italia.
Quizá es simplemente la edad, combinada con aspiraciones y sueños además de un estilo demasiado pragmático de ver la vida.
Somo o no somo? si no, entonces que somo?
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